domingo, 20 de abril de 2008

Casa Quente_Alicia es Ana, Ana es Ana.

¿Podrían rescatar los micrófonos de las cámaras, para deleite de la audiencia -siempre ávida de detalles escabrosos-, el ruido a hojarasca suave de sábanas ásperas frotadas por cuerpos acaso no lo suficientemente hidratados, pero cuya sonoridad se ahoga en un ensordecido mar de sudor por momentos; del tumulto causado por muelles quejumbrosos, copas que explotan, botellas que se desangran sobre alfombras demasiado acostumbradas a la tragedia, libros que ejercen su derecho a la gravedad en detrimento de cuerpos que no notan más que lo que tienen que notar y voces que persisten en el torpe intento de ponerle nombre al placer en una empobrecida lengua no hecha más que de lengua pura y saliva, podrían rescatar el lúgubre aliento que se filtra por la ventana, el placer que se escapa por la ventana, la condensación, un par de espíritus hambrientos que se vuelven gotas y con el sueño bajo los párpados van parar al alfeizar; porque bajo el ensueño nos estamos deseando y es como si pactáramos una vigilia para mantenernos lúcidos unos instantes, lo justo para que mi mano buscara entre la arquivolta la hendidura precisa, podrían acaso hacer evidentes todo este vapor amarillento?

¿Podrían recatar los micrófonos de las cámaras, para deleite de la audiencia – siempre ávida de detalles escabrosos- el sabor intenso a cartílago, la vibración del impacto, la caída leve, el pelo sobre la almohada, el suspenderse de los cuerpos justo antes de, la sensación de extremidades que no funcionan, que no deben funcionar, el verbo clave, el ritmo? ¿Podrían?

viernes, 18 de abril de 2008

lo que tuvimos con aída


y sin embargo picasso nos mira___________
sólo hace falta un camino, un sendero amarillo para no perderse y no darse constantemente de ostias contra las paredes_________________________________
"Me pregunto quién te ha enseñado a besar mal, quién ha mordido tus labios desde entonces y ha generado este desatino que son tus besos ahora. Imagino que habrás encontrado algún marinero entre café irlandés y literatura en uno de tus paseos por la ciudad vieja. Siempre te ha gustado caminar por el centro, no estar en casa cuando llegaba del restaurant, bajar al centro y recorrer las calles en un preámbulo de lo que suponía volver a casa, regresar a casa y asumir que nada había cambiado desde anoche, que los niños estarían jugando a la nintendo en el salón, que el pasillo olía a orín porque el gato había meado en la terraza y alguno de los críos no había cerrado la corredera, que si tu no estabas, si tu no lo hacías nadie limpiaría los platos del mediodía, las tazas del desayuno. Ay nena, nenita. Estabas comprometida a encontrar el otoño bajo las pérgolas de la plaza mayor, que el otoño te encontrara a ti.
Pero si me hubieras contado antes, si me hubieras dicho todo esto antes de que yo decidiera callarme. Soy consciente de que fui desapareciendo, algo desapareció, pero quien fue el primero en coger el wengué de la entrada y salir corriendo sin decir un hasta luego, sin un picotazo en la frente, sin un tengo ganas de volver pero ya me estoy marchando. Porque tuvimos que marcharnos, tuvimos que redescubrir cada uno por su cuenta lo que quería lejos de esta casa, lejos del compromiso y las natillas del postre. Ay nena, nenita.
Pero dime, quien recupera ahora algo de esto, quien coloca el vidrio si la ventana se sale una vez mas de la guía, dime enana, quien le dice a los niños que lo coman todo, que recojan los juguetes de la cocina, quien se lo dice si hacen siempre lo que le quieren, si lo que más le apetece es jugar a la nintendo en salón, andar descalzos por el piso, preguntar por mamá que llegará mañana de no sé donde, de hacer quien sabe que.
Ay nena, nenita."

sábado, 12 de abril de 2008


La gente anda como loca estos días. Abril parece duro, y lo "duro" es que haya tenido que pasar medio Abril para darme cuenta de que "Abril es duro". El calendario se estrecha, ciñe cada vez más la cintura semanal que va cayendo. Dónde han ido a parar las ideas?


Ideas, putas ideas, amadas y putas, dulces ideas, rotundas y graves, ideas de plata, ideas de luna, ideas envueltas en lino, ideas, verdes, amarillas, como la fruta, sabrosas ideas.


Será por falta de imaginación? no quiero creérmelo. Sería lamentable.


He comprendido que el dibujar una línea, aparejar un muro, levantar un vidrio, es algo demasiado complejo. Pero las mejores ideas vienen dadas por el capricho. Entonces todo esto llega como a una especie de pereza excusada, y ya no me gusta. He desarrollado un respeto increíble por el hecho arquitectónico, por el hecho de crear algo definitivo, una única respuesta. Esto es algo muy gordo.


Se necesita una motivación, algo extraño que nos empuje cuando dudamos. Y este año se piensa en "dar la cara" cuando deberíamos hablar de "juego". Tal vez el tiempo. En un año espero escribir desde Montevideo, desde Buenos Aires. En alguna otra ciudad de México, Cuba. Estoy soñando demasiado, pero es tan necesario, tan justo.


Sí, Marc. Cuatro años son suficientes en una misma ciudad.


viernes, 11 de abril de 2008

Grupo ballena gris

fue casi accidental, el grupo ballena gris surgió de un pedazo de tabla rota. Conocían su espacio, eran conscientes de donde estaban. Uno de los requisitos fundamentales para formar parte de este grupo era llevar siempre un metro y un cuaderno con un lápiz dentro de la bolsa. Aunque este hecho era fruto también de la casualidad que cierto tipo de gente compartía. Entre dos mundos. Se movían placidamente entre dos realidades contrarias, algunas veces sumergidos en el ensueño y el refugio íntimo, otras lúcidos como membrillos coloreados al sol. De uno de estos lugares mentales se alimentaban, descendían para reconocerse. Al rato el festival interior era ya insoportable para ellos. Entonces decidían salir a la superficie para coger aire y sobrevivir. Entre imaginación y matemática. Como una catedral gótica. Detectaron fuerzas que impedían a algunos de sus miembros pasar el tiempo necesario en alguno de las dos esferas, el grupo se quebraba. Desaparecia el equilibrio. Algunos optaron por camuflarse en la superficie, con el tiempo su piel se fue secando, llegándose a pudrir pequeñas porciones del cuerpo, abandonadas a la gangrena. Otros se refugiaron en la profundidad, cedieron ante la locura mas intensa. El arte les servía de excusa. Yo, personalmente, adoro las transiciones y los paseos a media noche.