cuando el deseo decrece, normalmente por alguna extraña reaccion de los componentes, proteínas, en el interior de alguna neurona estupida, debemos apelar a la perversidad, creernos malos. ser malos.
Así el invierno en a coruña es liso, completamente uniforme, quiero decir constante dentro de sus propias variables, todas ellas predecibles por supuesto. poco frío, mucho viento. observamos en el comportamiento humano un importante incremento del uso de soportales y cubiertas para la música utilizadas como refugio del apetito feroz, del ultimo abrazo, del susurro directo al cartilago, hmmm, arrastrandose por la ciudad. el comportamiento humano, casi animal (en realidad no nos lo merecemos. ser animales)
imaginaba que por alguna extraña coincidencia me tocaba presentar una conferencia de un extraordinario arquitecto, ahora no, luego. en lugar de enumerar cada uno de sus logros, sus respuestas para cada situación, optaba por contarle al auditorio dos anectdotas de lo que ese arquitecto (idea de arquitecto como artesano de ciudad) me habia enselado. demasiada costumbre al papel satinado, numero 101 de la revista pasajes, distribucion y angulo de pilares en un centro de arte contemporaneo.
las historia de un billete de diez euros (la mas breve del mundo) y un cuento sobre un cono de papel con el que se envuelven las castañas asadas. lo importante no son las historias, que va, de hecho son solo anecdotas que pueden pasar de largo, lo de verdad interesante, joder que bien canta este negro, es el cambio de posicion de las cosas dentro de la ciudad, entender de verdad y no asistir sin mas al verdadero intercambio de la ecologia urbana. el papel es mio, luego de otro. antes de acabar en el tacho de basura seguramente lo agarre algun chaval para dehacerlo a pinturas.
esto me hace pensar que, en una época de cambio, quien sabe donde y como estamos ahora, lo importante no son los arreglos momentaneos, la xunta saca una bolsa de no se cuantos millones para dar trabajo temporal a mil trabajadores en paro, ni los parches y tiritas que se le ponen a las circunstancias. muchas veces somos victimas de la realidad, de nuestras propias ideas, de lo que hacemos y de lo que por encima nuestra se hace, irremediablemente.
-inconscientemente?
-inconscientemente sí.
te quiero autillo, gracias por el cenicero.
leia en la editorial de esta misma pasajes que la arquitetura de la masa deja espacio a la aruitectura transparente y leve del vidrio, esto viene sobre todo del japon (gracias enana sejima), como resultado de que hombre pierde opacidad por lo permeable que se ha vuelto al flujo de informacion. eso demuestra que las cosas ya no cambian con manifiestos, con libros rojos y cuadernos azules, con revueltas en las calles ( el otro dia nino y yo volvimos a hablar de revolucion, no se, amor público tal vez), nos llamarian locos. es, ser como principio de culquier cosa, del yo mas intimo al nosotros ecologico, cambiar la manera de entender como se vive en cada uno de los rincones de esta ciudad de la que todavia tenemos cierta percepcion como un globo gigante, con sus achatamiento por los polos, con su ensanchamiento por el ecuador.
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